| 1 cuota de $40.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $40.000,00 |
| 2 cuotas de $23.898,00 | Total $47.796,00 | |
| 3 cuotas de $16.593,33 | Total $49.780,00 | |
| 6 cuotas de $9.460,67 | Total $56.764,00 | |
| 9 cuotas de $7.035,56 | Total $63.320,00 | |
| 12 cuotas de $5.920,00 | Total $71.040,00 |
| 1 cuota de $40.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $40.000,00 |
| 3 cuotas de $14.384,00 | Total $43.152,00 | |
| 6 cuotas de $7.738,67 | Total $46.432,00 | |
| 9 cuotas de $5.548,89 | Total $49.940,00 | |
| 12 cuotas de $4.474,00 | Total $53.688,00 | |
| 18 cuotas de $5.253,33 | Total $94.560,00 |
| 1 cuota de $47.672,00 | Total $47.672,00 | |
| 6 cuotas de $9.081,33 | Total $54.488,00 | |
| 12 cuotas de $6.036,67 | Total $72.440,00 |
Simon Reynolds
Postpunk
Caja negra
Páginas: 560
Formato:
Peso: 0.541 kgs.
ISBN: 9789871622238
Si bien existen cientos de libros que documentan aquellos años en los que el punk desafió al status quo de la música con su nihilismo de tres acordes y la ética do it yourself, Postpunk. Romper todo y empezar de nuevo es el primero en recuperar a aquellas bandas que supieron ver en las condiciones generadas por el punk la oportunidad para establecer una verdadera ruptura con la tradición y experimentar por fuera de los estrechos parámetros del rock. Entregados a la tarea de profundizar la revolución iniciada por el punk, grupos como PiL, Joy Division, The Fall, The Slits, Devo, The Residents, Throbbing Gristle o Liquid Liquid exploraron territorios previamente desconocidos al incorporar las técnicas de producción del dub y la música disco, las radicales estrategias compositivas del krautrock, la música contemporánea y el free jazz, y el groove y la economía sonora del funk. Pero no solo de música se alimentó el postpunk: Cabaret Voltaire tomó prestado su nombre de Dada; Pere Ubu adoptó el suyo de Alfred Jarry; Gang of Four, inspirado por Brecht y Godard, trató de deconstruir el rock; los letristas absorbieron la ciencia ficción radical de J.G. Ballard, Philip K. Dick y William S. Burroughs; y bandas como The Pop Group o Contortions se inspiraron en el teatro de la crueldad de Artaud para romper las barreras entre el público y el escenario. Al purismo estridente del punk, el postpunk le opuso eclecticismo e hibridez. Y a su tradicionalismo rockero, un imperativo de cambio constante. Escrito seis años antes que Retromanía, en este libro el crítico británico Simon Reynolds le rinde homenaje a una de las últimas vanguardias que dio el rock, más que un género musical, un espacio de posibilidades que engendró incontables géneros y escenas. Si bien aquellos años del postpunk que van de 1978 a 1984 vieron nacer a muchos grupos que luego gozaron de una enorme fama como New Order, Depeche Mode, The Cure o U2 su historia no fue escrita por los vencedores: muchos de ellos grabaron discos innovadores pero nunca alcanzaron más que el estatus de grupos de culto, teniendo que conformarse con haber influenciado a megabandas como Red Hot Chilli Peppers, Nine Inch Nails o Radiohead o alimentar la retromanía actual de bandas neopostpunk como The Rapture, LCD Soundsystem, Franz Ferdinard o Interpol.
