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Descripción

Juliana Fausto
La cosmopolítica de los animales
El Cuenco de Plata

Páginas: 336
Formato:
Peso: 0.376 kgs.
ISBN: 9789873831744

A veces una filosofía se siente como si un aguijón se nos hubiese clavado, como si una inquietud vital, un encuentro con lo intolerable, lo inadmisible, nos impulsara a pensar de otro modo. Cuando Juliana Fausto se cruza con los gatos errantes de su ciudad "cree ver condenados", o "refugiados", o "desapariciones forzadas". Pero lo cree literalmente, es decir, ve allí esas experiencias. Desde lo cual construye su problema como "lugar que da a pensar". Y a pesar de que nos ofrece un recorrido aterrador por toda la cadena de crueldades a la que fueron sometidos los animales a lo largo de "nuestra" historia (confinados, sometidos a experimentos, y muchas veces extinguidos), no cree que pararse desde la piedad sea un gesto productivo, pues encuentra que ese tipo de relación deja indemne el dualismo que está en la base del problema, en este caso, "problema" como "lugar que no permite pensar". Más bien, está obsesionada con una pregunta: ¿se puede hablar de una existencia política de los animales?, y si es así, ¿puede construirse más allá de la posición pasiva de víctima? Tan obsesionada está que llega a escribirle a Giorgio Agamben, que le devuelve un baldazo de agua fría como respuesta, y un let it be: deja a los animales ser fuera del Ser. Tan desesperada está Juliana que busca aliadxs por todas partes, en los estudios actuales de etología (Haraway, Despret, Massumi), en poetas como Rilke o Ted Hughes, en novelistas como Kafka, Coetzee o Ursula Le Guin, donde encontrará, en uno de los momentos más brillantes del libro, que no hay literatura que no se mida con los devenires animales. El concepto de devenir será crucial, y aquí los intercesores son Deleuze y Guattari, de quienes Juliana toma y prolonga, intentando caminar, junto a ellos y más allá, hacia la idea de devenir-con. Se trata de retomar el problema de la indiscernibilidad que no es indistinción, las líneas de fuga intensivas, las "salidas", el no-lugar de los outsiders, para pensar una política de los intersticios, una micropolítica y una cosmopolítica.