| 1 cuota de $40.999,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $40.999,00 |
| 2 cuotas de $24.494,85 | Total $48.989,71 | |
| 3 cuotas de $17.007,75 | Total $51.023,26 | |
| 6 cuotas de $9.696,95 | Total $58.181,68 | |
| 9 cuotas de $7.211,27 | Total $64.901,42 | |
| 12 cuotas de $6.067,85 | Total $72.814,22 |
| 1 cuota de $40.999,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $40.999,00 |
| 3 cuotas de $14.743,24 | Total $44.229,72 | |
| 6 cuotas de $7.931,94 | Total $47.591,64 | |
| 9 cuotas de $5.687,47 | Total $51.187,25 | |
| 12 cuotas de $4.585,74 | Total $55.028,86 | |
| 18 cuotas de $5.384,54 | Total $96.921,64 |
| 1 cuota de $48.862,61 | Total $48.862,61 | |
| 6 cuotas de $9.308,14 | Total $55.848,84 | |
| 12 cuotas de $6.187,43 | Total $74.249,19 |
Valeria Sol Groisman Mónica Katz
¡Eso no se come!
Aguilar
Páginas: 320
Formato:
Peso: 0.376 kgs.
ISBN: 9789877353471
Las restricciones alimentarias pueden alejarnos de una vida plena. Es hora de replantearnos nuestra relación con la comida y de reencontrarnos con el placer en cada bocado, porque el alimento no debería ser motivo de conflicto sino una fuente de alegría y satisfacción para el cuerpo y el alma. ¿Azúcar? ¡No! ¿Leche? ¡No! ¿Salmón? ¡No! ¿Choclo en lata? ¡No! ¿Harinas? ¡No! ¿Endulzante? ¡No! ¿Verduras y frutas no orgánicas? ¡Eso no se come! La lista podría ser interminable, y con cada exclusión nos desviamos un poco más de la simple satisfacción de alimentar nuestro cuerpo. En este libro, Mónica Katz, médica nutricionista creadora del Método No Dieta, junto a la periodista y escritora Valeria Sol Groisman, analizan cómo las restricciones alimentarias, lejos de brindarnos bienestar, pueden transformarse en cadenas que nos separan de una vida plena y conectada. En las redes sociales, la comida se convierte en espectáculo, en una pose cuidadosamente calculada para obtener likes y seguidores. La cámara come primero y el placer queda en segundo plano. Es hora de replantearnos nuestra relación con la comida, de dejar de lado las restricciones impuestas por la moda y la ideología, y de reencontrarnos con el disfrute en cada bocado. Porque el alimento no debería ser motivo de conflicto, sino una fuente de alegría para el cuerpo y el alma.
